QP à Équation

En el corazón del QP à Équation, se esconde la séptima invención de Greubel Forsey, el Computeur Mécanique, que reinterpreta de forma original ciertas funciones de calendario integradas en los antiguos relojes astronómicos. Consiste en un conjunto de móviles de codificación, dispuestos de manera coaxial, y dedos extraíbles programados por el ingenioso sistema.

En la esfera, el QP à Équation indica el año bisiesto, las 24 horas con indicación de día/noche, el día de la semana, la gran fecha, el mes, la hora, los minutos y los segundos, así como la reserva de marcha cronométrica de 72 horas. En los puentes, figura la indicación de la ecuación del tiempo con los meses, las estaciones, los solsticios y los equinoccios, así como el año civil.

El QP à Équation ofrece una lectura simplificada y lineal. En esto consiste precisamente el encanto de este guardatiempo: se trata de un reloj extremadamente complicado con tourbillon y calendario perpetuo con ecuación completo, pero al mismo tiempo es tan fácil de ajustar y utilizar como un reloj de tres agujas. Este sistema resulta muy fácil de ajustar en ambos sentidos y de forma segura.